Un cajón para recopilar experiencias, desahogos y reflexiones, pero sobre todo, un lugar para compartir. Realizando el Camino de Santiago descubrí que soy MÁS YO Y MÁS FELIZ, y que compartirlo en los foros de los diferentes caminos ha ayudado y animado a mucha gente a aventurarse a hacerlo o simplemente desplazarse y vivirlo con el pensamiento. Sirva entonces este lugar como punto de encuentro de todas esas publicaciones que se perdieron en Facebook...
1a ETAPA CAMINO DE SANTIAGO DE INVIERNO: PONFERRADA - VILLAVIEJA (15,89 Kms).
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
21 de Octubre de 2023.
Esta noche se me hecho eternamente larga. Creo que me he despertado a cada rato, porque a pesar de que con cada microdespertar creía que estaría a punto de sonar el despertador, aún faltaban horas para que eso sucediera. Debían de ser los nervios, y finalmente, como siempre, el despertador sonaría después de la alarma natural del movimiento de los primeros peregrinos, sobre todo aquellos que gustan de caminar cuando ni siquiera ha amanecido. No comparto esta afición de madrugar tanto, a mí no me gusta caminar de noche si no es estrictamente necesario (por ejemplo en etapas muy largas), mucho menos en el campo, porque entonces no aprecias el entorno que te rodea, sino la parte que te alumbra el frontal de luz sobre el suelo que pisas.
Cierto es que empezar a caminar a oscuras te compensa con la posibilidad de disfrutar de preciosos amaneceres, o salvar las horas más calurosas en verano para aquellos que solo puedan salir a caminar entre junio y septiembre, que no es mi caso no porque no pueda, sino porque no me gusta ni el calor ni los caminos atestados de gente. Pero yo soy más de otoño e invierno y caminos solitarios, con el riesgo eso sí de exponerme a las inclemencias metereológicas si estas se presentan. Y qué bonito está el norte en estas fechas, rebosante de verde, agua, musgo y humedad. Y qué bien entran los platos de cuchara y el vino...; A ver cómo se comporta el tiempo en este camino, pues hoy amanece nublado y chispeando...
El programa de hoy se presenta apasionante: es el primer día de este nuevo camino, y debo llegar al albergue de Villavieja con tiempo suficiente para almorzar allí, descansar y visitar por la tarde el cercano Castillo de Cornatel. De este modo mañana en la segunda etapa podré dirigirme directamente a Las Médulas para visitar relajado este imponente Patrimonio Natural de la Humanidad, antes de encaminarme hacia Puente de Domingo Florez.
Después de terminar de preparar la mochila, adueñándome como siempre de habitación y baño como el último peregrino que lo abandona, he hecho un poco de tiempo para esperar a que Luke haga lo propio, pues hemos quedado para ir juntos a desayunar churros con chocolate a la Churrería Alba. En mi caso será la segunda vez (empezamos a acumular calorías), y se lo vendí tan delicioso a Luke que me propuso desayunar juntos antes de iniciar ambos nuestras etapas. Allí nos fuimos, para ponernos "ciegos" con una ración enorme de churros y una buena taza de chocolate caliente y espeso que nos ha dado energía para toda la etapa.
Me alegra haber empatizado tan pronto con alguien, aunque resulte una pena que nuestro encuentro sea tan breve, ya que Luke está realizando el Camino Francés, y yo en sentido opuesto voy a iniciar el Camino de Invierno. Nos hemos despedido con un abrazo y un "Buen Camino" en la puerta del establecimiento, y le he deseado lo mejor para su próximo viaje a Nepal. Y con la primera sensación de tristeza por "despegarte" de alguien en este camino que ni siquiera ha comenzado, dirigí mis pasos hacia la rotonda del cruceiro Cruz de Miranda, tan cerquita del Albergue Guiana, donde comienza a extenderse la alfombra de mi camino. Primera oración para pedir un buen camino y poder cumplir con lo programado para los próximos días, lanzo una respiración honda, y me digo: mamá..., allá vamos...
Ha dejado de llover, y aunque permanece el cielo nublado, su color no pinta feo. Caminando hacia abajo divisamos ya a lo lejos los primeros montes verdes a los que nos dirigimos, precioso paisaje de verde, nubes y últimas casas visto desde la pasarela metálica que cruza las vías del tren y que evidencia que la inmersión en la naturaleza va a ser inminente, mucho antes que en el inicio del camino francés desde esta misma localidad.
Este tramo que hoy me parece un paseo de domingo temprano en lugar de sábado, me recuerda mi paso por aquí el año pasado realizando el Camino Francés desde Astorga y el primer contacto con el mojón del Camino de Invierno que entonces puso su semilla para la siguiente llamada. Estoy seguro de que si sabemos darnos cuenta y descifrar las señales, en cada uno de los caminos que realizamos encontramos la respuesta de cuál será el siguiente recorrido para volver a caminar hasta Santiago.
Entonces no crucé sin quererlo el Puente Mascarón (siglo XVI) sobre el Río Boeza en el camino hacia Ponferrada, sino que lo hice por el puente elevado para vehículos, y ahora me doy cuenta de que cruzar el Puente Mascarón estaba reservado para esta ocasión. Este puente, hoy de uso exclusivamente peatonal, tardaron hasta dos décadas en construirlo por una gran riada que destruyó su arco principal primero, y por la quiebra económica de su autor después.
Al poco de cruzar el puente ya nos encontramos, con toda la felicidad que esta nimiedad produce, el primer mojón del Camino de Invierno que nos señala la puerta de entrada imaginaria hacia nuestro destino. La Calle Matadero nos adentra rápidamente en el silencio, la soledad, los senderos de tierra...; el rumor del agua nos llega con una enorme tubería como las de los trasvases que cruza sobre nuestras cabezas el camino, y que deja caer un constante y sonoro chorro que se le escapa.
El Río Sil nos acompañará mucho tiempo a nuestra derecha, lanzándonos a veces ecos de su bravura con algunas cascadas que intentaremos intuir entre la vegetación. Al otro lado del río continúa desplegándose Ponferrada y su área, a la que tardaremos mucho tiempo en perder de vista. De hecho esa inmensa y moderna torre con curiosa forma, Torre de la Rosaleda, la podremos divisar para nuestra desesperación a bastantes kilómetros de distancia, y nos va a parecer que no avanzamos. En nuestro ascenso por el contorno del Monte Pajariel que queda a nuestra izquierda nos cruzaremos con muchos deportistas que utilizan esta ruta para ejercitarse y que nos harán llegar los primeros deseos de "Buen Camino" que tanto nos gustan y que nos identifican con lo que somos, Peregrinos...; El Monte Pajariel, con sus 810 metros de altura nos permitirá hacer preciosas fotos mentales del paisaje urbano de Ponferrada, porque la cámara no va a ser capaz de retratar el paisaje tan bonito que queda a nuestra espalda, y que el otoño se ha encargado ya de vestir de tonos ocres y amarillos en su vegetación.
Te va a sorprender esta primera etapa precisamente por los regalos a modo de postales que nos vamos a encontrar y disfrutar, como un primer túnel excavado en la tierra y cubierto de vegetación, frondoso y oscuro, antes de llegar a Toral de Merayo, de esos en los que parece que cruzas un portal y se para el tiempo, que hasta un enorme y ruidoso pájaro se lanzaba a entrar para inmediatamente pensárselo mejor y dar la vuelta volando en dirección contraria sobre mi cabeza.
Antes de entrar en Toral de Merayo me he sentado en un banco a descansar aprovechando el solecito que se había impuesto sobre el nublado. Aquí creo que me han adelantado los tres primeros peregrinos que me encuentro en este camino (pues no estoy seguro de si son peregrinos o lugareños dando un deportivo paseo mañanero) y me pregunto si me los encontraré en el Albergue de Villavieja, donde me apetece vivir la experiencia de pernoctar en solitario en un alojamiento que en temporada baja se presta a ello.
Entraremos en Toral de Merayo cruzando el Puente Medieval sobre el Río Oza, tras haber pasado junto a un bonito pozo que se impone en mitad del entorno urbano a modo de rotonda marcando territorio. Bajo su protección se sitúa un mojón que nos señala por dónde debemos continuar. Tras llenar mi botella de agua en una fuente junto a la que debió ser una antigua escuela, he entrado a tomar un cortado acompañado de nuevo por tres churros gentileza de la casa, en la Cantina del Señor Lobo, que se encuentra en la Plaza del Nogaledo. Aquí la amable camarera se alegra de que hoy la mayoría de los habitantes del pueblo se hayan marchado a una excursión programada por el Ayuntamiento, pues se le había averiado el lavavajillas. La verdad es que la ausencia de gente se nota en este pequeño pueblo, y más cuando cruzo la solitaria plaza frente a la Iglesia del Salvador, con sus dos preciosas torres y sendas campanas y su pequeño y agradable cementerio contiguo junto al que me he detenido unos instantes. Me gusta pararme a observar y esperar sensaciones en estos pequeños y antiguos cementerios. Al fin y al cabo todos decidimos de alguna manera en vida cómo y dónde deben terminar nuestros restos, muchas veces eligiendo lugares que han marcado por felices nuestra vida, o porque nos aportan una paz distinta, y son estas sensaciones las que intento descifrar imaginando si fuese aquí donde querría dejar reposar lo que quede de este soltero sin hijos llegado el momento.
Al salir de Toral el paisaje cambia por completo, pasando a llanuras sembradas de frutales y colinas plagadas de vides que estamos obligados a cruzar y que me han recordado al Camino Francés hacia Villafranca del Bierzo. No he podido resistirme a agacharme a coger una pieza de fruta de la base de un peral repleto de ellas esparcidas por el suelo, una deliciosa pera de agua de las que si viviera cerca ya habría sacado provecho con mi receta de "Peras al Vino". Este bucólico tramo de la etapa me ha encantado, sobre todo porque a veces se muestra tan rural y tan estrecho en su recorrido entre fincas privadas que pareciera que nos hemos desviado del camino oficial.
Y así llegamos a Villalibre de la Jurisdicción, donde he parado a descansar otro tanto junto a la Ermita del Santo Cristo de la Vera Cruz, en un banco situado estratégicamente para recibir al peregrino junto a una fuente. Aquí me han saludado un gato que ha aprovechado mi visita como la novedad del día para acercarse parsimoniosamente hasta aquí para tomar el sol, y un abuelo que se acercó lentamente al que temí haberle robado su banco de descanso, así que me levanté antes de que llegase y continué mi camino. Me encanta esta arquitectura tradicional de las casas del Bierzo que nos hacen levantar la vista a derecha e izquierda, con esas balconadas de madera sujetadas por columnas de piedra que han visto pasar peregrinos de todas las décadas, algunas portando aún sus escudos familiares o blasones sobreviviendo al abandono y el deterioro del paso del tiempo. Otras luciendo floridos macetones que lucen más vivos en colores al contraste de la madera oscura.
Parece que se va a convertir en costumbre en esta etapa que al abandonar una aldea esta te regale para el camino una degustación de productos de la zona, pues justo al abandonar Villalibre me he topado con un camino repleto de nueces que a mí, que no me cuesta nada pararme, me ha obligado gustosamente a detenerme para comerme varias.
De camino a Priaranza del Bierzo me ha llamado la atención un mojón del camino semienterrado con una placa metálica conmemorativa cuyo texto escrito en castellano y japonés dice lo siguiente: "Conmemoración de Plantación de SAKURA. Amistad entre la Sociedad Hispánica de Yocohama y el Municipio de Priaranza del Bierzo". Sakura es la flor del cerezo japonés y es considerada la flor nacional en este país. Me puse a investigar sobre este interesante intercambio y dicha plantación tuvo lugar el 7 de septiembre de 2015, siendo la primera plantación de cerezos japoneses que se llevó a cabo en el norte de España. El presidente de la Sociedad Hispánica de Yocohama, Muneshiro Yamazaki, comentó entonces que "el paso del Camino de Santiago es una ruta internacional y estos cerezos sirven para tender lazos de amistad" (FUENTE: ElDiario.es).Un bonito gesto este que ocho años después aún se recuerda y que en momentos convulsos como los que vivimos hoy internacionalmente, hasta emocionan.
Atravesaremos Priaranza del Bierzo, donde me quedé con el detalle de una casa vecina que nos saluda a los peregrinos y nos invita a coger una pieza de fruta de un recipiente a nuestra disposición (¡gracias!) y haremos un llevadero ascenso que de nuevo nos ofrece fantásticas vistas y un entorno de vides ladera abajo desde donde aún podremos divisar Ponferrada. Curiosamente en esta etapa los preciosos paisajes abundan más a la espalda que al frente, por lo que recomiendo parar y girarse de vez en cuando en lugar de caminar siempre mirando al frente y sin descanso, porque te lo vas a perder..., y cuando veas las fotos de los demás vas a pensar que has hecho un camino diferente. La degustación que nos regala Priaranza del Bierzo en este tramo son unas espléndidas castañas que tampoco pude obviar. A este paso no va a ser necesaria la comida que cargo en la mochila para almorzar en Villavieja...
Este ascenso va a desembocar en una carretera en la que tendremos que caminar por el arcén. Después de una curva descubriremos que el ascenso anterior justifica el precioso Mirador Balcón del Bierzo, situado a la derecha de la carretera pocos metros antes de entrar en Santalla. Desde el mirador, a modo de mole de hormigón sesentero suspendido, tenemos ante nosotros un mar de árboles de toda la paleta de colores otoñales y un pellizco de las montañas de Las Médulas (Las Barrancas de Santalla) que veremos mañana. Este lugar merece una parada pausada para disfrutarlo y asimilarlo, o incluso para sentarnos a comer el bocadillo.
Santalla continúa con la tónica de los pequeños pueblos solitarios y tranquilos que cruzamos. Paso junto a una casa rural a la venta, que en pleno Camino de Santiago y en una aldea con el atractivo añadido de las Barrancas de Santalla tan cerca, no creo que tarde mucho en salirle novio/a. Yo sigo dejando volar la imaginación cuando veo alguna casa enorme deshabitada, muchas de ellas conservando su porte de buenos tiempos, y pienso lo bien que le sentaría un alojamiento para peregrinos en el que además pudiera establecer mi propia vivienda. Así debió pensar alguien que abrió una taberna que me dejó pensando en Priaranza del Bierzo a la que puso por nombre "El Sitio de mi Recreo", porque esta canción de Antonio Vega le sienta como un guante a estos lugares de paso:
"Donde nos llevó la imaginación.
Donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos.
Donde se creó la primera luz
germinó la semilla de cielo azul.
Volveré a ese lugar donde nací.
De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo.
De nieve, huracán y abismos.
El sitio de mi recreo...".
Solo su nombre ya me ha inspirado buen rollo, y me hubiese gustado encontrarme el local abierto para tomarme una cerveza, pero o bien tiene horario de tarde - noche o está cerrado en temporada baja, por lo que pasa a mi "bolsa de pendientes" para un futuro.
Continuaremos con otro ligero ascenso por zona boscosa, donde en un punto me ha sorprendido por desagradable encontrar que hay gente que se acerca aquí a depositar barranco abajo escombros y restos de obra que deberían haber sido trasladados a un punto de reciclaje, y ahí están para siempre mezclados con la maleza.
Un estrecho sendero nos dejará por fin en la bifurcación donde debemos elegir según nuestro final de etapa elegido. Sí pernoctamos en Villavieja, deberemos ascender por un estrecho y pedregoso camino en su inicio a la izquierda (señalizado), que es el camino oficial. Sí nuestro fin de etapa se encuentra en Las Médulas podemos continuar de frente sin necesidad de subir a Villavieja siguiendo un atajo que te dejará casi a la entrada de Borrenes, y que la App Buen Camino asegura que no está señalizada pero que no es difícil de seguir.
Mi camino de hoy termina en el Albergue Municipal de Villavieja "Manuel Fuentes", que estoy expectante por conocer pues su fama le precede. Este albergue no cuenta con hospitaleros y para alojarnos aquí es necesario telefonear previamente al Ayuntamiento de Priaranza del Bierzo (dejo los datos en el apartado INFORMACIÓN PRÁCTICA Y ENLACES). Basta con llamar cuatro o cinco días antes (a no ser que necesites reservar con más antelación por algún motivo o en temporada alta), pues el código de acceso de la puerta lo cambian todas las semanas por seguridad. En la llamada nos pedirán nuestro nombre, teléfono y fecha de llegada, y nos darán las instrucciones oportunas y el código de seguridad con el que podremos acceder. No es un albergue gratuito ni de donativo: el coste de nuestra estancia es de 10 €. Recuerda que en esta pequeña aldea no hay ningún establecimiento de hostelería ni tiendas, por lo que debemos llevarnos los alimentos que necesitemos para comer o cocinar allí, ya sea almuerzo, cena o desayuno.
Antes de tomar el desvío a Villavieja me he detenido a orar ante la Ermita de Nuestra Señora del Carmen que en este mismo punto se encuentra. Creo que no pudieron elegir mejor lugar para su ubicación, porque ubicación y edificio se llevan estupendamente, y la pequeña planta rectangular blanqueada aporta luz a este bello y tranquilo espacio verde. Aquí me ha adelantado una peregrina que ha aparecido de pronto a mi espalda. Llevo tanto tiempo caminando sólo absorto en mis pensamientos que me he asustado incluso. Ella ha continuado por el atajo, mientras yo hacía lo propio iniciando el ascenso hacia el Albergue de Villavieja.
El sendero atraviesa un tupido bosque en ascenso que desemboca con un pronunciado desnivel en una carretera que deberemos cruzar para continuar el ascenso al otro lado de la misma. Aquí el camino nos regala otra degustación de la zona con dulces madroños rojos. Si esta etapa fuera una prueba de tentaciones, he caído en todas...; Al menos este pequeño tentempié me aporta de nuevo energía para continuar hacia arriba, porque comienzo a tener hambre y el ascenso comienza a hacerse pronunciado. No miente quien describe este tramo como agotador, porque lo es, pero para motivarte debes saber que lo compensan unos paisajes espectaculares. De nuevo recomiendo parar y voltearse de vez en cuando aunque el cansancio nos pida no parar para que no nos cueste volver a arrancar. En mi caso, y para hacer llevadera la subida además, me he parado varias veces a sentarme sobre las piedras que he encontrado adecuadas, y a pequeños tramos he llegado arriba hasta una zona que se asemeja a una pequeña cantera, y desde donde se divisa imponente, de frente y allá arriba sobre la montaña, el balcón con las mejores vistas del Bierzo que ya quisieran para sí muchos hoteles, pero este privilegio lo tiene en exclusiva el Castillo de Cornatel.
Desde este punto ya no queda nada para llegar a Villavieja, caminando por un sendero que ya en su parte final muestra incluso maleza, como si encontrarte con la aldea fuese una casualidad y no un objetivo, y entramos así en este fantástico rinconcito de naturaleza salpicado de casas. Hay tanto arbolado por sus poquitas calles que las edificaciones no tienen protagonismo alguno, y está genial así. Puede ser que a muchos peregrinos encontrarse en un lugar falto de avituallamiento les resulte incómodo, pero estoy seguro de que esto forma parte de su magia, y que sin que nos demos cuenta nos aporta otros beneficios donde bajar el techo de las necesidades tiene mucho que ver. Yo he entrado con ansias de encontrarme con el albergue , y pregunto a una señora que empuja un carrillo de leña seguida de un perro que no ha reparado en ningún momento en mí. Me indica que continúe recto, que se encuentra prácticamente al final, en lo que era la antigua escuela, y me comenta que cuando era pequeña ella recibía clases allí. Yo le hago broma diciéndole que parece que todas las viejas escuelas las construían a las afueras de los pueblos, y me anima diciéndome que ya me queda muy poquito para llegar. Y así era, sobre una pequeña colina aparece por fin nuestro albergue.
El momento en el que tengo que teclear el código y abrir la puerta me genera cierto pavor solo de pensar que este no funcione: no te apures, si esto pasara en el exterior del albergue está indicada la forma de contactar. Cuando meto el código y empujó la puerta, me encuentro de frente una señora mayor que se voltea. Era Mary Louise, una encantadora peregrina canadiense de pelo largo y blanco recogido que iba a ser mi única compañera de albergue, y que debía haber llegado poco antes que yo, porque en el salón comedor se encontraba su mochila medio abierta, y estaba preparándose el almuerzo.
Yo he subido mi mochila al dormitorio en la planta superior, mirando para todos lados como el que va a pasar la noche en un hotel de cinco estrellas. Me encanta el mobiliario, con toques modernos y elegido con muy buen gusto. Al final de la escalera y antes de entrar al dormitorio, un pequeño rincón con sillones y un escritorio, y un ventanal hacia el paraiso: ideal para leer alguno de los libros de la estantería cercana y tomar un café. Encima del escritorio, el módem para el wifi (sobre el módem viene indicada la contraseña). Al dormitorio no le falta de nada: buenas literas, cada cama con su punto de luz y enchufe, enormes y suaves mantas ( se nota que su compra ha sido reciente), un balconcito central desde el que debe ser una gozada dar los buenos días al mundo, y ventanas que llenan la estancia de luz. En el mismo dormitorio, y separado por puerta corredera, un baño para hombres y otro para mujeres, cada uno con su respectiva ducha. Mary Louise eligió cama baja en la primera litera a la derecha pegada a la pared, y yo hice lo propio en la última litera del fondo.
No se le puede poner ni un solo "pero" a este albergue. En la parte de abajo tiene un amplio salón comedor con dos enormes mesas de madera y sillas, y más sillones para el relax. Sobre las mesas nos ofrecen un surtido de castañas de la zona. Desde aquí se accede a la cocina y a un aseo. La cocina tiene todo lo necesario para cocinar: sartenes, cazos, cubertería, vajilla, paños de cocina, microondas, vitrocerámica, hervidor de agua...; tiene hasta lavadora-secadora gratuita, que obviamente dudo que necesitemos utilizar si venimos de una primera etapa. En un armario junto a la cocina encontrarás juegos completos de sábanas de tela (recuerda depositarlos por la mañana donde te indican).
Algo importante a tener en cuenta es que aunque no nos reciba nadie, debemos hacer el registro igual, en un libro al efecto que se encuentra sobre el mostrador de recepción que hay a la entrada, donde debemos rellenar una ficha con nuestros datos. En este mismo mostrador se encuentra el sello para estamparlo en nuestra credencial, y por supuesto, en la pared del vestíbulo, un buzón a modo de caja fuerte donde debemos introducir los 10 € que cuesta dormir en este albergue. Regalado...; Espero que todos seamos consecuentes con este estupendo albergue y la confianza que depositan en nosotros para autogestionarnos y cuidarlo.
Después de registrarme, sellar y pagar mi estancia, me he dispuesto a prepararme la comida. Yo tenía muy claro de que aún encontrándome aquí arriba y sin servicios cercanos tenía que comer bien y caliente, como esta primera etapa se merece, y al trozo de chorizo berciano, la cuña de queso curado y el paquete de picos integrales, he sumado para el almuerzo una lata de caldo gallego para calentar ( sí señores, si existe la fabada asturiana y el cocido madrileño en lata, también el caldo gallego...) y una naranja para el postre. Me he sentado al otro extremo de la mesa donde estaba Mary Louise, frente a ella, y hemos dialogado mientras dábamos cuenta del repostaje. Todo me ha sabido a gloria..., incluido el cafelito de sobre para la sobremesa.
Me he quedado mirando la enorme mochila que portaba Mary Louise cubierta de una funda verde. Le he preguntado si la llevaba con ella todo el tiempo y me ha dicho que sí, como en todos sus caminos. Le he dicho que la admiraba por ello ahora que tanta gente mucho más joven recurre sistemáticamente al trasporte de mochilas, pues ella debe tener más de 70 años. Es la segunda vez que hace el Camino de Invierno, el primero lo hizo hace cinco años y aún se orienta mediante una libro-guía que obviamente no está actualizado, y no tiene muy claro dónde va a terminar su etapa de mañana.
Después del almuerzo Mary Louise ha subido a dormir una siesta, y aunque a mí me hubiese gustado hacer lo mismo, me he preparado para volver a salir y dirigirme al Castillo de Cornatel, una visita que se me antoja imprescindible antes de acabar el día de hoy. La entrada al Castillo es gratuita para los peregrinos y debemos mostrar la credencial para ello, donde además nos estamparán un nuevo sello de recuerdo. En estos momentos cierra a las 20:00 de la tarde, aunque un cartel en el tablón de corcho del albergue diga que cierra a las 19:00. En cualquier caso siempre se puede telefonear para asegurarse. Desde Villavieja no hay ninguna pérdida para llegar hasta el Castillo, de hecho debemos hacer uso del mismo Camino de Santiago oficial hasta el Castillo mismo. Hasta comenzar el ascenso, sigo embobándome con los encantadores rinconcitos de esta pequeña aldea que nos acoge. Después ascenderemos por un sendero fácil y jalonado de enormes y corpulentos castaños que se extienden por las fincas limítrofes. Será difícil que no te detengas a coger alguna de las hermosas castañas que alfombran el camino. A una enorme le perdoné la vida para no pecar de gula, pero mientras caminaba me arrepentía y me decía que intentaría encontrar de nuevo su ubicación a la vuelta.
Este paseo al Castillo te va a resultar muy agradable y corto, pues no tardará en aparecer a nuestra derecha la silueta del monumento coronando un altísimo barranco sobre el que este se asoma sin vértigo alguno. Nuestro sendero desemboca en una carretera, y al otro lado, una enorme explanada que sirve de aparcamiento para los visitantes. Para acceder al castillo solo hay que subir una cuesta a pié de camino que nos dejará a sus puertas. Una vez identificados en la taquilla y sellada nuestra credencial, ya podemos acceder a esta increíble fortaleza. Lo que queda del interior del Castillo no es tanto como a lo mejor nos imaginamos, pero es suficiente para hacernos una idea de cómo debió ser la vida diaria en él. En su origen se cree que aquí estuvo ubicado un importante destacamento romano, cogiendo importancia como castillo en los siglos IX y X. Se ubica aquí también el importante Castillo de Ulver, ocupado por los templarios hasta 1312, año en que desaparece la orden. Su gestión actualmente corresponde al Ayuntamiento de Priaranza del Bierzo.
Su fisonomía interior es como si hubieran encajado un castillo hueco sobre la cima rocosa de la montaña, y debemos caminar subiendo y bajando por encima de esta orografía pedregosa. A mí me dió la impresión de que el protagonismo aquí no lo tiene el Castillo, sino la montaña donde su ubica, siendo el Castillo la plataforma y reclamo que usa la montaña para lucir sus 180 metros de desnivel que en algunos puntos, si te asomas, causan muchísimo respeto...; mires hacia donde mires por encima de sus murallas o desde sus miradores, se extiende un paisaje infinito de verde al que el cielo de nubes de hoy le pone la guinda para enriquecer las fotos. A un nivel inferior, en una estancia que debe usarse para eventos, se encuentra el balcón que se divisa desde el camino antes de llegar a Villavieja, un balcón de madera que cuelga vertiginoso convirtiéndose en la atracción estrella de la visita. Desde aquí arriba he podido ver a un grupo de ciclistas bajando a toda velocidad y voz en grito por el mismo camino que usamos los peregrinos, por lo que recomiendo precaución mientras hagamos el ascenso hasta Villavieja pues mi experiencia personal con algunos ciclistas en diferentes caminos me hace desconfiar de la precaución de muchos de ellos y lo que acabo de ver no me contradice.
Me ha dado tiempo a sentarme tranquilamente a disfrutar del atardecer primero sobre la muralla y a disfrutar de un Aquarius después en el patio de la entrada. Cuando estoy a gusto me da pereza marcharme, y me alegro de haber realizado el esfuerzo de completar el día con esta visita. A la salida pregunté a la amable señora de la taquilla por el que llaman "El banco más bonito del Bierzo", que se anuncia también antes de subir la cuesta que da acceso al Castillo desde la carretera. Se encuentra en un promontorio cubierto de vegetación a un lado del sendero de subida, señalizado por un tubo corrugado de color rojo sobre el suelo, pero no recomiendo su visita al menos de momento porque el banco está destrozado y puede resultar hasta peligroso a esa altura: sus patas han sido extraídas de la cimentación del suelo y no tiene estabilidad ninguna porque se vuelca hacia un lado como si le hubiesen extraído los tornillos, y tiene los tableros sueltos. Si ha sido objeto de vandalismo, ya que está en una zona de libre acceso y no en el interior del Castillo, no tienen perdón los autores de este daño inútil. Una pena porque efectivamente desde este punto saldrían unas fotos preciosas.
Satisfecho y antes de que oscurezca he iniciado de nuevo el descenso hacia Villavieja. Mientras bajaba intentaba adivinar el punto exacto donde se encontraba la hermosa y enorme castaña que me arrepentí de no haber cogido mientras subía. Ha sido harto difícil en un camino repleto de ellas, pero me lo he tomado como un juego y ubicando el enorme castaño donde me paré a observarla, la encontré...; no me la voy a comer ahora, así que al bolsillo y cuando llegue al albergue pasará a mi riñonera, que seguro que en algún momento de la etapa de mañana me va a apetecer. Cuando llegué abajo he querido dar un último paseo por el interior de Villavieja mientras anochecía, y me he dejado llevar por la curiosidad de localizar de donde provenía en un lugar tan apartado como este el sorprendente sonido de un órgano tocado por un profesional, porque sonaba genial. Efectivamente provenía de una casa vecina y me paré un ratito a escuchar. Fantaseé con que allí se alojara un importante músico retirado a esta aldea solitaria encajada en el bosque para inspirarse, y allí estaba yo solito tocado con la suerte de disfrutar de un momento único en un decorado singular. Gravé un instante en vídeo, pero el resultado ha sido que la música de la naturaleza en forma de trinar de pájaros y sonajero de agua se han impuesto sobre el fondo del trabajo del artista.
Después de este momento especial, he terminado el paseo rodeando la Iglesia de Santiago el Mayor para enfilar hacia el Albergue Municipal. Las calles de Villavieja parecen las de un cuento de navidad cuando se han encendido las farolas tipo fernandinas distribuidas por todas sus calles, apocadas por lo frondoso de los árboles que las rodean, con lo que la luz crea una atmósfera muy especial. El albergue tenía las luces encendidas en su planta baja, donde se encontraba Mary Louise preparándose la cena. Me ha preguntado curiosa por mi excursión de esta tarde y cómo me quedaron ganas después de la etapa de hoy. Ha dudado sobre si se animará mañana a subir, y volvemos a llevar la conversación a las diferentes opciones que tiene mañana para finalizar su etapa, pues aún no sabe dónde quiere terminar. Yo le he recomendado plantearse esta cuestión cuando llegue a Las Médulas y según cómo se encuentre de fuerzas decidir si pernocta allí o continúa hacia Puente de Domingo Flórez. Aunque no tuviese reserva, estoy seguro de que en ninguno de ambos puntos tendrá problema de alojamiento.
He subido a darme una ducha y a ponerme cómodo por fin sin ropa de senderismo. Para cenar tengo pollo en salsa con champiñones: son geniales para estos casos las comidas preparadas de la marca "Carretilla", no necesitan frío para su conservación, se pueden calentar al microondas y están realmente buenas. De postre otra naranja, y a continuación otro cafelito y algún dulce sentado en los sillones mientras consulto las redes sociales. Mary Louise ya hace rato que se ha marchado a dormir, y yo la seguiré enseguida. No miento si digo que a pesar de las pocas horas que llevo en este albergue me siento como si Mary Louise y yo viviéramos aquí como en nuestra casa. No se puede estar más cómodo...
Mañana me espera otra emocionante etapa con el principal aliciente de visitar el Monumento Natural de Las Médulas, y creo que la climatología también va a ser benigna...; Os lo cuento en la próxima entrada.
App de seguridad ciudadana de la Policía y la Guardia Civil. Canal discreto y eficaz para solicitar ayuda de las fuerzas de seguridad ante cualquier hecho del que seas víctima o testigo. Entre sus principales funcionalidades destacan:
Chat: contacta a través del chat, envía fotos y vídeos y obtendrás una respuesta inmediata desde el centro de Policía o Guardia Civil más cercano a tu posición.
Botón SOS: protección reforzada para colectivos vulnerables. Envía una alerta urgente al centro policial más cercano junto con tu posición y una grabación de audio de 10 segundos de lo que está pasando.
Guardián: comparte tu posición con los tuyos o con los servicios de rescate. Tu posición será enviada periódicamente para que puedas ser localizado rápidamente en caso de incidente.
Avisos localizados: recibirás un aviso en tu móvil si hay una emergencia de seguridad en la zona en la que te encuentras.
Acceso universal: adaptada a personas sordas e invidentes. Incorpora un traductor automático para poder comunicarte con las FFCCSE en más de 100 idiomas.
Muchas gracias! Que maraveloso I encontrar to texto. Me llevo mucho tiempo leerlo pero no es abourrido como Duolingo parar aprendar espanol! Sueno hacer el Camino Invierno pero tengo un poco miedo por que es tan solitario. He aceptada como hospitalera en el alberge de san nicolas de Flue en Ponferrada en Abril de 2024. Mientras es muy agradable leer sobre los Caminos, Los Puebla’s y las vistas del Camino Invierno. Las fotos son muy bonitos y enteresantes
Muchas gracias por tus palabras. Me alegro mucho de que te guste. En los próximos días continuaré publicando etapas. Si lo prefieres puedes traducirlo al inglés usando la herramienta que aparece en el menú principal del Blog. Y no temas a hacer el camino sola...
Fabuloso, me hiciste sudar, sufrir, gozar cada paso con el peso de la mochila, los últimos 5 kms de cada etapa los mas pesados pero los mas ligeros, porque estaba mas cerca de la siguiente meta ,a mis 55 años , ahora 71 , fue mi parteaguas en mi caminar, camino francés desde Roncesvalles a fisterra , aun lo gozo y lo sufro , como bien lo etiquetas , un ratito a pie y otro caminando... peregrinar es la vida del ser humano , disfrutar el caminar como meta y destino es la Ítaca del peregrino, unos con mochila, otros sin ella, pero la adquieren al ser conscientes que el camino no se puede hacer sin lo que uno ha vivido, el primer paso es solo destino, lo que sigue es voluntad y vida
17 de Octubre de 2024 . _____________________________________________________ Una consideración MUY IMPORTANTE a tener en cuenta antes de iniciar este camino: es IMPRESCINDIBLE contar con el apoyo de una aplicación GPS o track actualizado para orientarnos ante la incompleta señalización en alguna zona, señalización confusa o desaparición total de ella, pues caminaremos por parajes bastante solitarios y como veremos en posteriores crónicas, prácticamente transformados por los incendios. En mi caso he utilizado la aplicación Gronze Maps , que no me ha dado ningún tipo de problema en la ruta portuguesa, apoyado por un track de la aplicación Wikiloc , disponibles ambos también en enlaces facilitados en el apartado INFORMACIÓN PRÁCTICA . _____________________________________________________ He dormido bastante bien para la cantidad de ruido que había ayer noche en la calle. Me ha despertado antes de hora la voz de algún crío alojado con sus padres que hablaba desde el pasillo, y si ...
14 y 15 de Octubre de 2024. Se me ha hecho eterno esperar a este día. Un larguísimo año esperando de nuevo el momento en que mi mochila y yo nos ponemos de nuevo en marcha hacia un deseado Camino de Santiago. Dejar pasar todo el verano y ver marcharse de vacaciones a todos mis compañeros de trabajo ha sido desesperante, pero por circunstancias laborales no me quedaba más remedio que postergar este camino a la segunda quincena del mes de octubre y los primeros días de noviembre. Mientras tanto he tenido tiempo de sobra para poner en orden mis pies (con una operación del dedo gordo del pié izquierdo de por medio y un tratamiento con diodo laser por metatalsargia en el pie derecho), y renovar el equipamiento. Después de lo vivido en el Camino de Invierno seguido del Epílogo a Muxia y Fisterra el pasado año, decidí que tenía que invertir en mejorar la impermeabilidad y confortabilidad tanto en el calzado como en la ropa, y hasta polainas llevo...; Todos estos preparativos han ido aliment...
16 de Octubre de 2024. Me he levantado a las 7:30, aunque despertar me he despertado mucho antes y varias veces, peor que la noche antes de coger un avión. Por un lado la gente que llegó tarde a dormir aprovechando al máximo la noche de Oporto (totalmente entendible teniendo en cuenta que este es un albergue joven y no particularmente para peregrinos...), el ruido de la lluvia incesante y algo de frío que se colaba por la ventana abierta y que tuve que levantarme yo a cerrar, algo enorme y pesado que se ha caído desde la litera de arriba estrellándose como un peso muerto contra el suelo de tarima, otros compañeros de habitación que se levantaban a la vez que se acostaban los que llegaban tarde, continuando con el ruido de pasos y chanclas que se arrastran de un lado a otro, los cajones metálicos que se abren y se cierran...; por lo tanto la noche ha sido una sucesión de micro despertares, y en todos y cada uno de ellos pensaba que ya iba a sonar el despertador. Tengo los ojos que ...
Muchas gracias! Que maraveloso I encontrar to texto. Me llevo mucho tiempo leerlo pero no es abourrido como Duolingo parar aprendar espanol! Sueno hacer el Camino Invierno pero tengo un poco miedo por que es tan solitario. He aceptada como hospitalera en el alberge de san nicolas de Flue en Ponferrada en Abril de 2024. Mientras es muy agradable leer sobre los Caminos, Los Puebla’s y las vistas del Camino Invierno. Las fotos son muy bonitos y enteresantes
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras. Me alegro mucho de que te guste. En los próximos días continuaré publicando etapas. Si lo prefieres puedes traducirlo al inglés usando la herramienta que aparece en el menú principal del Blog. Y no temas a hacer el camino sola...
EliminarFabuloso, me hiciste sudar, sufrir, gozar cada paso con el peso de la mochila, los últimos 5 kms de cada etapa los mas pesados pero los mas ligeros, porque estaba mas cerca de la siguiente meta ,a mis 55 años , ahora 71 , fue mi parteaguas en mi caminar, camino francés desde Roncesvalles a fisterra , aun lo gozo y lo sufro , como bien lo etiquetas , un ratito a pie y otro caminando... peregrinar es la vida del ser humano , disfrutar el caminar como meta y destino es la Ítaca del peregrino, unos con mochila, otros sin ella, pero la adquieren al ser conscientes que el camino no se puede hacer sin lo que uno ha vivido, el primer paso es solo destino, lo que sigue es voluntad y vida
ResponderEliminarBuen Camino Juan Ramón, y un abrazo.
Eliminar