13a ETAPA CAMINO DE SANTIAGO PRIMITIVO: ARZÚA - O PEDROUZO (19,3 Kms.)

25 de mayo de 2022.

Ya comienzo a despertarme con nervios en el estómago. Esta va a ser la penúltima etapa de mi quinto camino, y se siente que la experiencia se acaba. Así me quedé un rato pensando tapado con la manta hasta la cabeza y mirando hacia la ventana desde mi litera, pegadita a ella. Me incorporo un momento y la postal es de preciosas vistas envueltas en niebla. No creo que la niebla vaya a durar mucho, porque el sol asoma . El silencio es atronador en el albergue, ya han marchado hasta José y María, así que me apuro un poco en los preparativos. Ayer pude lavar la ropa, que extendí por la litera superior para que se terminara de secar, y es una gozada doblarla  y apretarla en la mochila mientras desprende su olor a limpio. Las que no se han secado han sido mis botas, a pesar de que ayer las dejé un rato al sol sobre el tejado al que daba la ventana, y la calidez de la habitación no ha rematado la faena. Acabo de darme cuenta de que me falta uno de mis boxer antirozaduras, color naranja, e inmediatamente se me ha venido a la cabeza el último lugar donde lo dejé: sobre la puerta de la ducha de la "Habitación A" en el Albergue Pereiro de Melide. Y allí se han debido de quedar hasta que alguien decidiera retirarlo. Pido disculpas a quien se haya encontrado semejante regalito post etapa.

Tras abandonar el Albergue Vía Láctea, y pensando que José y María ya se habrían adelantado en el camino, fui a desayunar al cercano Bar Os Casqueiros, en un parquecito llegando a la avenida: un buen café con leche y una enorme y tierna napolitana de chocolate (qué ansiedad de dulce últimamente...). Estando allí recibí llamada de José, que se encuentran en el Bar O Bo Camiño esperándome, y es que no había visto el WhatsApp en el que me avisaron. No pasa nada, voy donde ellos y me tomo otro cortado.

Desde uno u otro bar vemos pasar infinidad de peregrinos por delante de la puerta. En estas etapas no madrugan tanto, y aunque trates de salir tarde para dejar pasar, la compañía la  vas a tener asegurada. Nos adelantan de todo tipo, personas mayores y jóvenes, en bicicleta, gente que grita, jóvenes que caminan con un altavoz portátil y música actual para ser oído por ellos y todos los que nos vemos obligados a oírles...

La jornada se presenta agradable para caminar, hace un buen día y el paisaje acompaña. Es curioso que casi no tengo recuerdos de esta etapa en mi primer camino, y como ayer, no quise consultar la entrada en este mi diario.

Llegados a un monolito dedicado a Ramón Pazos Seaje "Moncho", decidí dejar aquí una pequeña piedra blanca que me encontré sobre la acera caminando por Lugo, y que recogí precisamente para dejar en algún punto. Qué orgullo para estas personas, si lo pudieran ver, verse así recordados por feligreses, familiares, amigos en diferentes puntos del camino. Saber que has dejado buena huella en ellos, que tu paso por la vida no ha sido en vano, y que pequeñas obras gestaron grandes y buenos sentimientos en muchos corazones.

Me he dado cuenta de que ya no me duele nada. Lo comentaba con José y María, ahora es cuando estamos preparados para hacernos otro camino largo si hiciera falta, porque nuestro cuerpo ya se ha adaptado. Esta etapa además es fácil, y agradable tal y como dije antes. Pequeños detalles la endulzan aún más, como cuando he visto a un matrimonio de peregrinos ya mayores caminando cogidos de la mano. Ellos saben que se tienen seguro el uno al otro y disfrutan juntos de esta experiencia. Me pregunto si yo alguna vez a su edad, si llego, podré compartir igual momentos así. De momento soy un llanero solitario empapándose de la gente que se encuentra en su camino.

Me ha hecho gracia encontrarme una señal de madera en el camino que indicaba el desvío hacia una farmacia. La verdad es que lo boscoso y aislado del lugar no hacía presagiar que efectivamente por ahí se llegase a una farmacia, hasta que pensé que la mejor farmacia era precisamente la naturaleza y en ella se encontraba la solución a todos los males.

Más adelante he parado en un pequeño "puestecito" junto a un río donde una pareja, que una vez realizaron el camino con un burro que desgraciadamente ya ha fallecido, venden collares y pulseras hechos a mano por ellos mismos e inspirados en la naturaleza y en el personaje al que homenajean, su querido burro. Les he comprado dos colgantes, una para mi hermana Visi con una libélula y otro para mí con una vieira. En este punto puedes además sellar la credencial, y si quieres , pararte un rato para escucharlo a él tocar la flauta mientras llegan más peregrinos.

Me ha dado mucha alegría encontrarme de frente Casa Tía Dolores, un clásico en el camino con sus miles de botellas de cerveza "Peregrina" serigrafiadas a mano por todos los que las han disfrutado, para pasar a decorar después el entorno.  Me dió alegría porque aquel diciembre de 2019 en el que mis pasos me trajeron hasta aquí el lugar estaba cerrado y vacío de personas. Entonces me quedé con ganas de poder dedicar mi propia botella. Por lo tanto, no perdí oportunidad de pedir la botella de cerveza Peregrina y un buen pincho de tortilla, para disfrutarlos sentado agusto en una de las mesas de la terraza exterior. Pronto me pasaron el rotulador para dejar mi huella. Esta botella se la he dedicado a mi madre como no podía ser de otra forma, y una vez estampado lo que quería la coloqué enganchada a uno de los clavos disponibles. He titubeado a la hora de elegir el clavo correcto en el que dejarla. Me decidí no demasiado seguro por uno y allí la puse, saqué el cortavientos de la mochila porque empezó a hacer viento frío, me coloque la mochila y me lancé de nuevo al camino. 

Varias veces se me vino a la cabeza el pensamiento de que en el lugar donde había dejado la botella, esta podría caerse y romperse, y así continúe caminando, deseando que esto último nunca sucediera. Y lo que son las cosas del camino..., y cómo hila las cosas para que sucedan como tienen que suceder: cuando ya habría caminado al menos 2'5  kms. , empiezo a tener calor y decido parar a quitarme el cortavientos y volverlo a meter en la mochila, y ¡¡¡horror!!!, me doy cuenta de que mi chaqueta para el frío, que la he traído todo el camino sujeta por la parte superior de la mochila, no se encuentra allí, y que el cierre de seguridad estaba abierto. Inmediatamente supe que debió desprenderse en Casa Tía Dolores al sacar el cortavientos y dejarme el cierre de seguridad de la mochila abierto.  Allá que volví a toda velocidad, preguntando a todos los peregrinos que me encontraba de frente y que me deseaban buen camino mientras caminaba al contrario de ellos. Por fin una chica me dijo que sí, que la había visto allí en el suelo y que la dejo colocada sobre una silla. ¿Qué fue Lo primero que hice cuando entré por la puerta de Casa Tía Dolores?: cambiar de lugar la botella dedicada a mi madre, porque volver a buscar la chaqueta solo fue la excusa que se me dió para volver a hacerlo, y a pesar de los kilómetros de más recorridos entre ir y volver, los he caminado muy tranquilo.

A todo esto, ya hacía largo rato que había perdido de vista a mis amigos los madrileños, así que el tramo que me quedaba me lo tomé con calma, que además comenzó a dolerme el pie derecho. Aproveché un prado inspirador en el que varios peregrinos tomaban tranquilamente el sol, para descansar y emularlos también, que el lugar invitaba a remolonear sobre la hierba. Después recibí mensaje de José y María, que habían parado a almorzar en Santa Irene (parada larga amenizada además por chupitos de orujo de hierbas) en el restaurante O Ceadoiro, donde me uní a ellos para dar cuenta de un reponedor caldo gallego y un plato de zorza con patatas hecho con amor como el último plato que salía de la cocina que era, y dónde derrochan simpatía. 

A punto de llegar a O Pedrouzo nos hemos vuelto a encontrar a José Luis y su perro Bruno. Me da alegría encontrarme a esta parejita...

Hoy nos alojamos en el Albergue Cruceiro de O Pedrouzo, un albergue en el que también repito, con la alegría además de que su Gerente me ha reconocido de mi anterior estancia. El albergue es también uno de mis favoritos, amplio, moderno y con luz natural a raudales por toda la habitación, y el complemento de una sauna a tu disposición si quieres pegarte el capricho de relajar tus músculos, totalmente recomendable. Mientras nos registraba comentábamos la temporada. Ha vuelto a salir un tema que me indigna, y es el de peregrinos que vienen a los albergues privados regateando euros del importe de la estancia. ¿De verdad no les da vergüenza a algunas personas regatear donde te piden 10 euros por una litera y todos los servicios que la acompañan?. Lo peor es que este tipo de personas son las que luego no escatiman en otros caprichos, pero no les duelen prendas a la hora de exprimir lo realmente barato para que lo sea aún más . Y que conste que no meto en este cupo a aquellos que realmente no se lo pueden permitir y necesitan solidaridad y cobijo.

Para cenar fuimos como moscas a la luz al chiringuito iluminado que en medio de la oscuridad atraía por su ambiente y grandes letreros de comida casera: Restaurante O km 19. Buena comida, buen servicio a pesar del gentío y ambiente joven, pero no vayáis pensando pagar con tarjeta de crédito o débito por inaudito que parezca, porque no usan datáfono. Recuerda llevar cash, o te verás en un aprieto, al que seguro ya están acostumbrados en este restaurante.

Mañana llegamos a Santiago...

"Si viene ahora, no vendrá luego. Si no viene luego, vendrá ahora. Si no viene ahora, vendrá un día. Todo es estar preparado."

William Shakespeare

INFORMACIÓN PRÁCTICA Y ENLACES:

Albergue Vía Láctea (12 €/litera) - Reservado por teléfono.
Rúa Xosé Neira Vilas, 26 (Arzúa)
+34981500581
+34616759447
info@alberguevialactea.com


Praza de Galicia, 2 (Arzúa)
+34981500004

Lugar de Ferreiros, 4 (Ferreiros)
+34644473004

San Miguel de Cerceda, 18 (Santa Irene - O Pino)
+34981511348

Albergue Cruceiro de Pedrouzo (10 €/litera) - Reservado por teléfono.
Avda. Igrexa, 7
+34981511371
+34629518204
reservas@alberguecruceirodepedrouzo.com

Avda. de Compostela, s/n - A la entrada de la población , junto a la carretera (O Pedrouzo)

Rúa Picón, 2 (O Pedrouzo)
+34646555825




App de seguridad ciudadana de la Policía y la Guardia Civil. Canal discreto y eficaz para solicitar ayuda de las fuerzas de seguridad ante cualquier hecho del que seas víctima o testigo. Entre sus principales funcionalidades destacan: 

Chat: contacta a través del chat, envía fotos y vídeos y obtendrás una respuesta inmediata desde el centro de Policía o Guardia Civil más cercano a tu posición.

Botón SOS: protección reforzada para colectivos vulnerables. Envía una alerta urgente al centro policial más cercano junto con tu posición y una grabación de audio de 10 segundos de lo que está pasando.

Guardián: comparte tu posición con los tuyos o con los servicios de rescate. Tu posición será enviada periódicamente para que puedas ser localizado rápidamente en caso de incidente.

Avisos localizados: recibirás un aviso en tu móvil si hay una emergencia de seguridad en la zona en la que te encuentras.

Acceso universal: adaptada a personas sordas e invidentes. Incorpora un traductor automático para poder comunicarte con las FFCCSE en más de 100 idiomas.


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