11a ETAPA CAMINO DE SANTIAGO PRIMITIVO: FERREIRA - MELIDE (20,0 Kms)
23 de mayo de 2022.
Me he despertado sobresaltado cuando he escuchado la alarma del despertador, ya que el móvil lo había dejado cargando batería lejos de la cama. Cómo si fuera a molestar a alguien..., ya se habían levantado todos. De forma disciplinada, sabiendo que el desayuno se sirve antes de las 8:00, todos habían bajado ya. Así yo aproveché para parapetarme en el baño con toda tranquilidad...
Desde la ventana del pasillo se aprecia el prado de atrás. Definitivamente dan ganas de quedarse otro día, con la tranquilidad que te da saber que aún estando en una pequeña aldea pérdida, no te vas a morir de hambre...; El desayuno se sirve en el mismo comedor de la cena. A tu llegada, manteles individuales ya preparados con tus cubiertos, platillo y taza limpia. Sobre la mesa ricas mermeladas en frasco de cristal, de fresa y melocotón, margarina vegetal y cestas con pan recién tostado. En un pequeño buffet, el café, te, leche, leche de avena, magdalenas...; Por 4 euros que cuesta el desayuno más no se puede pedir, y yo he repetido café y tostadas.
Apareció José Luis con su perro Bruno, indagando este bajo las mesas. Vuelta a la habitación para terminar de recoger todo, despedida y agradecimiento a los anfitriones y de nuevo en marcha acompañado de José y María. Fíjate que yo, que me gusta caminar solo, sin saber por qué he hecho piña con ambos. No se qué les parecerá a ellos, pero a mí me agrada caminar acompañado de ambos estas últimas etapas, compartir albergue, comentar y comer juntos.
El día se ha presentado fenomenal al principio, aunque ha empezado a complicarse más tarde. Comencé a caminar como casi todos los días con la manga corta, para parar después a coger el cortavientos impermeable por una bajada de la temperatura y un suave "chirimiri" constante. Finalmente tuve que parar de nuevo a un lado del camino para a toda prisa sacar al menos la funda de la mochila, pues estaba comenzando a apretar. El poncho me lo coloqué en el primer bar que encontramos, con ayuda, como siempre que me pongo este engendro de Decathlon que no me permite nunca salvar solo hacia atrás el obstáculo de la mochila para cubrirme al completo. Aproveché también para colocar las perneras al pantalón corto y darle uso, por fin, a la camiseta térmica de manga larga. Así me sentía mucho más confortable para afrontar la etapa.
Hoy se nos presentan una mezcla de paisajes rurales y senderos boscosos sensacionales. En algún punto hasta me ha recordado el paisaje de la ruta de Hospitales. La constante lluvia no me ha permitido sacar demasiadas fotos, pero sí alguna representación.
Me ha llamado la atención, atravesando una aldea, la reconstrucción de una antigua casa de piedra al amparo de unas subvenciones para adaptar la construcción al entorno. ¡¡Madre mía!!, no se si alguien revisa las actuaciones realizadas con dichos fondos, pero hay reconstrucciones como la que he visto que jamás se podrán considerar adaptadas al entorno, pues finalmente la parte antigua, testimonial, ha sido fagocitada por la enorme construcción moderna anexada, construida con materiales que en nada se asemejan...
Hoy teníamos ganas de llegar a Melide. La etapa se nos ha hecho un poco larga. Hemos abierto debate sobre por qué el camino primitivo finaliza en Melide, continuando por el Camino Francés. Si el Camino Primitivo fue el primero, sería el Francés el que continúa en este punto por el Camino Primitivo. Estamos seguros de que alguna explicación histórica o geográfica tiene, y como en otras ocasiones, si alguna persona lo sabe, puede dejar un comentario al final de esta entrada para que todos aprendamos.
A mí me hace especial ilusión dormir en Melide, y no como cuando hice el Camino Francés, que solo fue un municipio de paso hacia Arzúa . Aquí me alojo en Albergue Pereiro, un albergue correcto en las habitaciones y baños. Lo que no me gusta, ni en este ni en otros albergues donde ha sucedido lo mismo, es que te pongan una restricción horaria para entrar de noche. En finales de etapa como este, en un municipio grande y destacado de la ruta, los peregrinos disfrutan del ambiente, de la gastronomía y de alternar con otros peregrinos. Si voy a un albergue privado es para no tener precisamente este problema, y tener libertad para entrar más tarde no significa volver borracho y molestando al resto de inquilinos del albergue, pues el mismo supuesto ruido haces volviendo a las 23:00 o las 24:00 para el que se ha acostado a las 20:30 o las 21:00. En otros albergues esto ya está superado con las tarjetas magnéticas o claves de acceso.
Para cenar hemos ido a la Pulpería A Garnacha, aquel restaurante donde paré a almorzar en mi primer camino, casi avergonzado de pedir caldo gallego y un filete, rodeado de platos de pulpo. Pero vamos, que tampoco ha caído pulpo para ninguno de los tres comensales en esta segunda ocasión, donde he visto menos ambiente peregrino y menos lleno.
Mañana vamos para Arzúa. Qué rápido se está sucediendo ya todo ...
Buen Camino!.
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