5a ETAPA CAMINO DE SANTIAGO FRANCÉS (DESDE PONFERRADA): SARRIA

4 de diciembre de 2019.

Mañana gélida para comenzar a caminar. La noche anterior ya lo presagiaba, porque ese frío no era normal. El vaho se acumulaba por el interior de las enormes cristaleras de la habitación que hacen de pared a las literas, y se me ha mojado hasta la almohada. Creo que ha sido esta humedad y el esfuerzo acumulado la que ha hecho que hoy me levanté así: me dolía todo en frío desde los glúteos hasta los dedos de los pies. Menos mal que caminando y calentándonos los dolores se van disipando.

Desayunamos un café con leche calentito y nos pusimos en marcha, parando en un supermercado cercano para abastecernos de orejones, bizcochitos y chocolatinas varias para el camino, y alguna naranja...; Parece que no pero lo poquito que le añadas a la mochila se nota en el peso, y mis hombros llevan varios días inflamados.

El paisaje de buena mañana se nos presentaba con el campo cubierto de escarcha que parecía haber congelado el campo de nuestro alrededor, a las fotos me remito. La de hoy ha sido una etapa de algunas subidas y muchas bajadas. Me han comenzado a doler las rodillas, que parecen ponerse de acuerdo para pasarse el dolor de una a otra, aunque lo noto más a la izquierda. Para el próximo camino no será un "porsiacaso" incluir una buena rodillera.

Cualquier excusa ha sido buena en esta etapa para pararse y descansar un poco, incluido mirar una seta. Cualquier recodo a dos niveles es perfecto para sentarse y apoyar la mochila para aliviar el peso, y así de paso esperamos a la compañera. Me he aficionado a buscar este tipo de recodos o vallas bajas a dos niveles en la superposición de las piedras que me permitan sentarme y apoyar la mochila, y esto se debe a que se me hace cuesta arriba quitarme y ponerme la mochila una vez encajada a mi cuerpo. Definitivamente, me he excedido en el peso...

Hoy hemos conseguido encontrar un buen lugar para comer abierto en Ferreiros, el Albergue y Mesón Casa Cruceiro, lo cual es difícil ahora que es temporada baja. Ha sido el momento feliz del día porque zamparnos ese caldo gallego y plato de patatas fritas con pollo asado y una buena Estrella Galicia en una mesa al solecito en mitad del campo me ha llegado al alma..., cuando ya pensaba que de nuevo llegaríamos al final de etapa famélicos y a base de orejones y snacks.

La emoción de hoy nos ha llegado cuando hemos llegado al mojón que nos indicaba que solo quedaban 100 km para llegar a Santiago, el cual no queríamos dejar pasar sin hacernos la foto de rigor. Parecerá una tontería pero para nosotros haber superado la mitad de kilómetros de nuestro primer camino ha sido todo un orgullo. Por otro lado sin embargo me da la sensación de que los días pasan demasiado rápidos...; Es cansado, pero no quiero que se acabe en un suspiro porque tengo necesidad de vivirlo al máximo.

La llegada a Portomarín es mágica, cuando entre los árboles te aparece el Embalse de Belesar, repleto de agua, que tendrás que atravesar por un largo y silencioso puente desde el que disfrutarás de unas vistas inolvidables. Creo que este final de etapa es una de las postales imborrables del camino francés que se llevarán la mayoría de peregrinos, incluida esa escalinata final de subida del antiguo puente medieval que te parecerá una broma de mal gusto para tus cansadas piernas, pero que cuando llegas arriba y te giras, lo perdonas...

Menos mal que nuestro albergue de hoy estaba bastante cerca, el Albergue Casona da Ponte. Un edificio moderno, con cafetería propia y bastante cómodo, con una buena cocina y salón comedor para compartir y alternar con otros peregrinos. Y unas duchas de agua caliente literalmente hirviendo que no había manera de regular.

Buen camino!.

INFORMACIÓN PRÁCTICA Y ENLACES:

Albergue Credencial

Rúa Peregrino, 50 - Sarria

+34 982 876 455

reservas@alberguecredencial.es

Albergue Público de Peregrinos de Sarria

Rúa Maior, 57 - Sarria

Albergue Restaurante Casa Cruceiro

Ferreiros, 2 - Km. 100,746 del Camino Francés

+34 639 020 064

casacruceirodeferreiros@gmail.com