3a ETAPA CAMINO DE SANTIAGO FRANCÉS (DESDE PONFERRADA): RUITELÁN - FONFRÍA (20,99 Kms)
"Sea lo que sea que puedas, o sueñes que puedas, comienzalo. El atrevimiento posee genio, poder y magia. Comiénzalo ahora."
Johann Wolfgang Goethe
Hoy nos levantamos animados, despertados por la música que Carlos y Luis, del Albergue Pequeño Potala, nos pusieron a la hora pactada. Nos preguntaron a qué hora queríamos levantarnos para tener listo el desayuno, pero no imaginamos que en lugar de despertarnos llamando a la puerta de nuestra habitación, lo hicieran con la canción "Alegría" del Circo del Sol sonando en todo el albergue. De verdad que os recomiendo a todos planificar vuestras etapas para parar en este albergue, porque el recuerdo y la experiencia que os vais a llevar será imborrable.
Tras despejarnos y terminar de preparar la mochila, un enorme desayuno preparado con mimo por nuestros anfitriones para coger fuerzas y listos para iniciar el ascenso de hoy. La mañana de nuevo se presentaba fría, con una pátina de niebla entre los árboles resistiendo a los primeros rayos de sol que nos regalaban imágenes preciosas y que empujaban a hacer uso de la cámara de fotos (puedo ser muy pesado en este aspecto, lo reconozco, porque puedo parar a fotografiar lo que para los demás puede ser insignificante). Atravesar Herrerías es chocante, e imaginarla en tiempos mejores de temporadas altas con sus albergues repletos de peregrinos, hoy cerrados y sin vida. Cuando atraviesas pueblecitos así vacíos echas de menos el olor a pan nuevo, creo que no hay mejor signo de vida...
Ha sido una etapa bastante agotadora por el esfuerzo de la subida a O Cebreiro, el Alto de San Roque y el Alto do Poio, pero llegas a un punto en que no sabes si es un esfuerzo o un regalazo, porque cada ascenso con sus peculiaridades es una invitación a meditar sobre lo bonito que es el mundo en que vivimos y lo afortunados que somos de estar donde estamos ahora. El temido ascenso a O Cebreiro es duro, sí..., pero con calma y tiempo de sobra, disfrutando del entorno, se supera sin sufrimiento alguno. De nuevo hemos caminado prácticamente solos, solo hubo un momento en que me adelantó un sigiloso perro (qué susto me dio el condenado!) cuyo amo/peregrino le seguía más abajo, y un grupo de simpáticos coreanos, q es lo que estoy viendo que más abunda en el camino por estas fechas. Cada vez que veía a lo lejos entre los árboles una casita me creía que terminábamos el ascenso, pero no, es una "paraidolia" de la meta, sigue caminando...;
Las fotos y vídeo que público aquí nunca serán capaces de reproducir de forma fiel el paisaje que se nos presenta,: qué inmensidad de montañas, prados y verde, mucho verde, que se tornan claroscuros serpenteantes cuando el viento moviliza veloz las nubes que comparten altura con nosotros y proyectan su sombra sobre el terreno.
A la emoción de encontrarte el precioso monolito que te da la bienvenida a Galicia, se une la sorpresa de encontrarte un pequeño Belén navideño a sus pies que alguien ha colocado. Qué geniales y originales ideas tienen algunas buenas personas.
Tenía muchas ganas de llegar a O Cebreiro, reproduciendo en mi cabeza imágenes de un mes de septiembre de 1992 con la aldea en fiestas, romeros a caballo,niebla, mucha gente, una camioneta que cobraba por ver una vaquita con cinco patas y olor a pulpo. Diecisiete añitos tenía entonces...; Me ha dado pena que al final no fuese uno de nuestros finales de etapa y solo fuese un lugar de paso , porque me hubiese gustado dormir aquí, pero ya habrá otra nueva oportunidad y una excusa para volver. A cambio hemos parado aquí a comer en un restaurante enclavado en el Hotel O Cebreiro, con un primer plato de caldo gallego que es el mejor reconstituyente que conozco por estas tierras. Qué bien sabe todo por el norte y cómo estamos disfrutando, al menos yo, de la gastronomía, que hasta el vino de mesa me parece bueno.
El paisaje en fin es impresionante, tomaros vuestro tiempo para asimilarlo, no tengáis prisa. Tras abandonar cada pueblo o aldea nos aparece un paisaje diferente en configuración y vegetación, salpicados de casas de piedra y pequeñas Iglesias. Me he sentido muy orgulloso de verme junto al cartel de los 1270 metros de altitud del Alto de San Roque, y saber que he llegado ahí caminando. Este punto se merece también una parada, sobre todo si es al atardecer, como nos ha pillado a nosotros. La figura del gigante peregrino que se yergue imponente continuando su camino haciendo frente a las inclemencias en mitad de la nada me ha hecho sentir cierta sensación de tristeza y empatía, sabedor de que aquí está sólo día y noche, como homenaje a todos nosotros, la misma soledad que debían sentir los peregrinos de antaño en estas latitudes cuando siglos atrás no había nada más que estrellas para guiarse.
Nos hubiera gustado llegar a Triacastela pero ya llegando a Fonfría se impuso la niebla y el frío y era muy difícil continuar. Menos mal que teníamos albergue cerca para acogernos: el Albergue A Reboleira, un precioso y enorme lugar con capacidad para 80 personas que vamos a disfrutar solo cuatro. Nos han preparado cena para todos, una buena sopa y carne con arroz que nos ha sabido a gloria, y hemos alargado la sobremesa con un debate de esos que se te antojan surrealistas, pero que tanto molan por eso de compartir, parecerte un momento único y poder contarlo.
Buen camino!
INFORMACIÓN PRÁCTICA Y ENLACES:
Ctra. Antigua N-VI, s/N - RUITELÁN
+34 987 561 322
pequepotala@hotmail.com
Lugar O Cebreiro s/n - Pedrafita do Cebreiro
Lugar Fonfría, 15 - Fonfría
+34 982 181 271
+34 629 826 559
alberguefonfria@yahoo.es
IMÁGENES :
Comentarios
Publicar un comentario